El cortejo fúnebre con los restos del compositor y cantante, que falleció a los 66 años de un infarto el domingo 28 de agosto, mientras ese fin de semana realizaba una gira en EEUU con su espectáculo "MeXXIco: Es todo", partió del aeropuerto internacional hasta el Centro Histórico de la megalópolis de más de 20 millones de habitantes.
En el edificio centenario de mármol blanco que mezcla lo estilos del Art Nouveau y Art Deco, emblema ecléctico de la cultura mexicana, el Coro del Teatro de Bellas Artes interpretó "Amor Eterno".
El tenor clásico Fernando de la Mora, uno de los más celebrados en el mundo, que tenía pendiente cantar a dueto con el fallecido artista, cuyo nombre real fue Alberto Aguilera, también acudió al multitudinario homenaje para cantar ante miles de capitalinos.
Sentimiento popular
Juan Gabriel, quien sufrió discriminación en los inicios de su carrera por su amaneramiento, su inclinación gay en una cultura machista y homofóbica, volvió finalmente al mítico Palacio de Bellas Artes, escenario que le fue negado hasta los 90, acompañado por la orquesta sinfónica nacional vestido como mariachi, pero de blanco.
El Palacio de Bellas Artes estará abierto toda la noche para que los fanáticos de Juan Gabriel puedan ingresar a despedirse, mientras se suceden guardias de honor de las figuras del espectáculo y la vida pública nacional.
Rafael Tovar, secretario federal de Cultura y María Cristina García, directora del Instituto Nacional de Bellas Artes, abrieron la primera guardia de honor, acompañados de los hijos adoptivos de Juan Gabriel.
En la Alameda Central, el arbolado parque más antiguo de la metrópolis, construido en el siglo XIX, fue instalado un impresionante escenario con 12 pantallas gigantes.