Saénz de Santamaría aseguró que fue el propio Soria quien solicitó el puesto y que correspondió a una comisión técnica evaluar su idoneidad para el cargo, por lo que la vicepresidenta justifica que "si lo ha solicitado y es el primero que ha quedado en esa relación, hay que nombrarlo".
Además de su participación en asociaciones radicadas en paraísos fiscales, la dimisión de Soria vino propiciada por su insistencia en negar las evidencias y mentir a la prensa en sus apariciones públicas tras las revelaciones.
La propuesta del nombramiento de Soria para el cargo de Director Ejecutivo en el Banco Mundial fue anunciada el pasado viernes por el Ejecutivo español, pocos minutos después de la fracasada investidura de Rajoy.
Sin embargo, el Gobierno mantiene que su propuesta para el cargo, que deberá ser votada por los gobernadores del Banco Mundial, es de un carácter técnico y no político.
"¿Si un funcionario no puede ser funcionario, esto qué es?", se preguntó Rajoy, presidente del Gobierno en funciones, durante una conversación informal con periodistas sobre el asunto el pasado domingo.
El ministro de Economía en funciones, Luis de Guindos, se expresó en una línea similar: "¿Qué se va a hacer? ¿Se le echa de España? ¿Te vas del Gobierno y no puedes volver a la función pública?".
La secretaria general del Partido Popular, María Dolores de Cospedal, fue un paso más allá y aseguró que sobre Soria no pesa "ninguna acusación de corrupción", por lo que la propuesta de su nombramiento es completamente lícita.
Algunos de los más importantes representantes del partido a nivel regional como Cristina Cifuentes, presidenta de la Comunidad de Madrid, o Núñez Feijoo, presidente autonómico de Galicia, pidieron a los responsables que explicaran las razones del nombramiento.
Todos los partidos de la oposición, incluido Ciudadanos, que firmó un pacto anticorrupción con el Partido Popular de cara a la investidura de Rajoy, han rechazado tajantemente la propuesta de Soria para un puesto directivo en el Banco Mundial.