"Me pasaron muchas cosas por la cabeza el día de la última final y pensé seriamente en dejarlo, pero amo demasiado a mi país y a esta camiseta", dijo el futbolista en el comunicado.
Messi, ganador del Balón de Oro al mejor futbolista del mundo en cinco oportunidades (2009, 2010, 2011, 2012 y 2015), pero resistido por buena parte de la afición de su país, dijo que no quiere causar más problemas al ya convulsionado fútbol argentino.
"Veo que hay muchos problemas en el fútbol argentino y no pretendo crear uno más. No quiero causar ningún daño, siempre pretendí todo lo contrario, ayudar en todo lo que pude", afirmó Messi.
En los últimos años Argentina perdió la final de la Copa del Mundo en Brasil 2014, la final de la Copa América en Chile 2015 y la final de la Copa Centenario celebrada en Estados Unidos en junio de este año.
"Hay que arreglar muchas cosas de nuestro fútbol, pero prefiero hacerlo desde adentro y no criticando desde afuera", expresó el jugador.
El encuentro del 26 de junio frente a Chile fue la cuarta final que el jugador, nacido en la ciudad de Rosario en 1987, perdía jugando por el primer equipo de su país.