Según los funcionarios citados por el medio, Moscú supuestamente "ha confirmado que el dron que invadió el espacio aéreo israelí pertenecía a las agrupaciones de las tropas rusas en Siria".
Estas fuentes agregan que la violación del espacio aéreo israelí se debió al "factor humano" y resultó ser un simple error.
El 17 de julio surgieron informaciones de que las Fuerzas de Defensa israelíes habían intentado derribar un dron desconocido con dos misiles tierra-aire tipo Patriot, pero no lo consiguieron. Finalmente, un caza F-16 atacó la aeronave no tripulada con un misil aire-aire, pero el dron resultó ser 'duro de pelar' y tampoco pudo ser derribado.
Si se confirmaran estas informaciones, el acontecimiento supondría la primera vez que las Fuerzas de Defensa Antiaérea del país abren fuego contra una aeronave rusa y constituiría "un caso extraordinario" ya que anteriormente los militares israelíes nunca habían atacado aparatos rusos, ni siquiera si habían penetrado por casualidad en su espacio aéreo.