"Es prematuro hablar del regreso a Estrasburgo para la sesión de 2017, en cuanto se forme una nueva delegación después de las elecciones a la Duma, tomaremos la decisión al respecto", dijo al comentar el encuentro entre el presidente de la Duma de Estado, Serguéi Narishkin con el presidente de la PACE, Pedro Agramunt.
"En lo ideal esta garantía debería estar inscrita en el reglamento de la Asamblea", comentó.
Además, Rusia cuestiona potestad de la PACE para privar de derechos a las delegaciones nacionales.
"De la praxis de la Asamblea Parlamentaria debe ser eliminada la propia posibilidad de privar a cualquier delegación nacional de sus atribuciones; la PACE no puede tener mandato para reconocer o no reconocer o limitar los derechos de las delegaciones nacionales", declaró Narishkin al reunirse con Agramunt.
Narishkin considera que de no acometer una profunda reforma, la PACE podría fracasar como organización.
El parlamentario propuso enfrentarse a los privilegios en el marco de la Asamblea y desechar rezagos tales como el monitoreo por países, ya que pone a las delegaciones en condiciones de desigualdad.
Narishkin subrayó que el monitoreo puede ser situacional, temático, pero obligatoriamente transversal y equitativo respecto a todas las delegaciones parlamentarias.
A finales de abril de 2014 la PACE privó a la delegación rusa del derecho a voto tras calificar de "anexión ilegal" la reincorporación de Crimea, mediante referéndum, a Rusia.
Las sanciones fueron renovadas en enero de 2015.
Rusia abandonó la Asamblea hasta finales de ese año en señal de protesta y aclaró que solo volvería si se levantaban las sanciones impuestas contra su delegación.
