Además, decretaron un año adicional de cárcel para el acusado por haber violado los términos de su liberación cuando salió de la cárcel en el 2015 tras cumplir diez años de prisión por un apuñalamiento en el desfile gay del 2005.
Schlissel tendrá que pagar 2,6 millones de shekels (unos 670.000 dólares) en compensación a las familias de sus víctimas.
"Tenemos ante nosotros a un hombre que no ve a gente delante suyo. Un hombre cruel. Un hombre que se ve a si mismo 'dando y quitando vida' en nombre de principios que él mismo ha establecido que se tienen que cumplir", afirmó el tribunal.
La directora ejecutiva de la Casa Abierta de Jerusalén —un centro LGBT (Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transgénero)—, Sara Kala, dijo que la condena contra Schlissel "es un paso más para intentar reducir la terrible homofobia que hay en nuestras calles".
"No suelen dar las máximas sentencias posibles. Para nosotros, saber que Yishai Schlissel estará en la cárcel el resto de su vida es algo que realmente nos reconforta", declaró Kala a la Radio de Israel.
Schlissel, de 41 años, mató a la joven Shira Banki el año pasado, tan solo unas semanas después de haber salido de la cárcel. Las críticas contra la policía, tras el asesinato de la adolescente fueron duras.
Los israelíes se preguntaron por qué no se habían tomado medidas para impedir que alguien que había cumplido prisión por apuñalar a un asistente a la marcha gay en el 2005 no estuviera bajo vigilancia para impedir que se acercara al desfile gay del 2015.
Los jueces recalcaron hoy la "absurdidad" de que fuera liberado sin ningún tipo de supervisión ni rehabilitación.