RÍO DE JANEIRO (Sputnik) — "Rechazamos, en nombre el Estado Democrático de Derecho, el uso abusivo de las filtraciones como arma política. Esos expedientes no contribuyen a la estabilidad del país", suscribió Rousseff en el comunicado en el que además calificó las informaciones como "apócrifas, selectivas e ilegales".
Según la revista brasileña Istoé, Amaral, quien abandonó la prisión después de firmar un acuerdo de delación con la Justicia Federal el pasado 19 de febrero, habría afirmado que la presidenta Rousseff, y su antecesor, Luiz Inácio Lula da Silva, no solamente tenían conocimiento de la corrupción en Petrobras sino que intentaron interferir en las investigaciones de la Operación Lava Jato.
Por su parte, el abogado del senador, Antonio Augusto Figuereido, emitió en la noche de este jueves una nota de rechazo a las informaciones filtradas asegurando que "ni el senador Delcídio ni su defensa confirman el contenido del artículo firmado por la periodista Debora Bergamasco" y añadió que no conocen el origen, ni reconocen la autenticidad de los documentos mencionados en el texto.
En aquella ocasión, Rousseff calificó las informaciones de "acto de terrorismo electoral" y procedió a la denuncia de los periodistas implicados y la editora Abril, un asunto que todavía se mantiene en proceso mientras que el exmarido de la presidenta, el abogado Carlos Araujo, decidió querellarse contra la revista Época el pasado 16 de enero debido a otro artículo que intentó relacionarlo con la corrupción en Petrobras.