"El llamado Minsk-2 en realidad contiene 'un conjunto de medidas para cumplir los acuerdos de Minsk', es una respuesta sobre Minsk-3, sospechamos que si se inicia el proceso, incluirá cosas no acordes con una salida pacífica", dijo Pristaiko.
Anteriormente, el representante de Ucrania en el subgrupo político, Román Bessmertni, declaró que inició en Ucrania el proceso Minsk-3, señalando que Minsk-2 "no corresponde ni al 50 por ciento a los problemas que existen actualmente en Ucrania y Donbás".
Por su parte, el presidente ucraniano, Petró Poroshenko, declaró que Minsk-3 no existe y expresó la esperanza de que no exista en el futuro.
El representante ruso, Borís Grizlov, al Grupo de Contacto Trilateral (OSCE, Rusia, Ucrania), declaró que no hay motivos para hablar sobre Minsk-3.
Las hostilidades segaron más de 9.000 vidas y causaron más de 20.700 heridos, según los datos de la ONU, además fueron destruidos centenares de miles de viviendas, hospitales, iglesias, centros docentes y guarderías.
El arreglo de la crisis en Donbás se debate, en particular, en el marco del Grupo de Contacto de Minsk, que desde septiembre de 2014 aprobó varios documentos que reglamentan los pasos para lograr una distensión.
Pese a la tregua proclamada se abre fuego por ambas partes.