Según el diario, la Casa Blanca pedirá que en el presupuesto de 2017 se apruebe una asignación de 3.400 millones de dólares para fines militares, lo que supera cuatro veces el importe ya previsto, de 789 millones de dólares.
Los funcionarios señalaron que "la cantidad de refuerzos de la OTAN fue calculada para enviar una señal al presidente ruso, Vladímir Putin, de que Occidente sigue recelando de la actividad de Rusia en la región ".
Un funcionario que pidió permanecer en el anonimato dijo que se trata de una respuesta a una situación cambiante en materia de seguridad: "Rusia se ha convertido en un actor más difícil".
No obstante, las fuentes resaltaron que el objetivo de aumentar el presupuesto no es solo "contener a Rusia", por eso el armamento desplegado en las fronteras sureñas de la OTAN podría ser utilizado para luchar contra el autoproclamado Estado Islámico, o Daesh, grupo proscrito en Rusia y otros países.