"La campaña por el no (de cara al referendo constitucional) busca atentar contra la institucionalidad democrática, interrumpir el mandato del presidente Morales planteando un referendo revocatorio", dijo el segundo mandatario en referencia a las declaraciones del opositor Manfred Reyes Villa, refugiado en Estados Unidos después de que la Justicia lo acusara de cometer delitos durante su gestión como prefecto del central departamento de Cochabamba (2006-2008).
El mandatario señaló que las declaraciones de ese político demuestran que la oposición no busca defender la Constitución Política del Estado ni la alternancia en el poder, sino interrumpir el proceso de cambio y el mandato del presidente Morales.
Calificó a Reyes Villa de "corrupto y prófugo de la justicia" y develó sus relaciones con el expresidente Gonzalo Sánchez de Lozada (1994-1997; 2000-2003) y con los dirigentes opositores Samuel Doria Medina de Unidad Nacional (UN) y Jorge 'Tuto' Quiroga del Partido Demócrata Cristiano (PDC) que actúan en Bolivia.
El lunes el ministro de la presidencia, Juan Ramón Quintana, denunció que la Asociación Nacional de la Prensa (ANP) de Bolivia recibió entre 2008 y 2014 más de medio millón de dólares de la Fundación Nacional para la Democracia de Estados Unidos para "legitimar" la acción opositora contra el Gobierno de Morales.
En el referendo constitucional que se celebrará el 21 de febrero, la ciudadanía deberá decidir si aprueba o no una reforma constitucional que permitiría a Morales volver a postularse a la presidencia, cuya gestión termina en enero de 2019.