Puigdemont se convierte así en el primer presidente de la región con el mandato explícito de conducir a Cataluña a la independencia en un plazo de 18 meses.
La llegada de Puigdemont a la presidencia se produce tras la renuncia o "el paso a un lado" de Artur Mas, la cara más visible hasta ahora del proceso catalán.
"No son épocas para cobardes, temerosos ni flojos de piernas", dijo el presidente en su discurso de investidura este domingo en una sesión exprés del Parlamento regional.
Los líderes de los partidos unionistas, el Partido Popular de Mariano Rajoy, y el liberal Ciudadanos han declinado asistir al acto.
Al evento han asistido alrededor de 400 invitados, entre los que se encontraban dos expresidentes de la Generalitat, los socialistas Pasqual Maragall y José Montilla, pero no Jordi Pujol, que gobernó Cataluña durante 32 años y que se considera el padre del catalanismo moderno.
Pujol, junto a toda su familia, está imputado por diversos escándalos de corrupción política.