Poco antes, el Consejo de Directores del FMI aprobó una reforma que permite otorgar préstamos a un país que se declare en quiebra, según comunicó el representante ruso Alexéi Mozhin.
Rusia votó en contra de esta decisión, que entró en vigor inmediatamente y abarcará incluso los contratos cerrados anteriormente.
"Se adopta sola y únicamente para perjudicar a Rusia y legalizar la posibilidad de que Kiev no pague sus deudas", destacó Siluánov al calificar la decisión del organismo de "apresurada y sesgada".
Además comunicó que Rusia está preparando los documentos para recurrir a un tribunal la deuda ucraniana de 3.000 millones de dolares.
Agregó que Moscú insiste en otra reunión de Consejo de Directores del FMI para que confirme oficialmente el endeudamiento de Ucrania ante Rusia.
Con anterioridad, Rusia propuso a Kiev reestructurar esta deuda, permitiéndole desembolsar 1.000 millones de dólares anuales en 2016-2018, a condición de recibir garantías vinculantes de las autoridades de EEUU, la Unión Europea o un organismo financiero internacional.