“Trabajamos en ello, los repatriamos, para que sirva de escarmiento a los demás”, dijo Kadírov a la televisión rusa TVTs, al comentar que “hemos repatriado a los arrepentidos, son unos 50”.
Según el líder checheno, los excombatientes chechenos del EI colaboran ahora con los servicios de seguridad rusos.
“A los demás (chechenos que combaten del lado del EI), los aniquilaremos”, aseguró.
Anteriormente, Kadírov declaró que unos 500 oriundos de Chechenia se habían unido al Estado Islámico, de ellos unos 200 ya han sido abatidos.
Considerado uno de los principales retos a la seguridad global, el Estado Islámico controla vastos territorios de Irak y Siria y pretende extender el autoproclamado califato a África del Norte, en particular, a Libia.
Según diversas estimaciones, el territorio controlado por el EI se eleva a 90.000 kilómetros cuadrados y el número de sus combatientes es de entre 50.000 y 200.000.
El embajador sirio en Rusia, Riad Haddad, afirmó que unos 10.000 de ellos son oriundos de la Comunidad de Estados Independientes, organización supranacional que reúne a 11 de las 15 antiguas repúblicas de la URSS.