“El peor enemigo del mundo es el tabaco” y lo más importante “es la salud de la gente, y no vamos a dar marcha atrás”, dijo desde París el presidente Tabaré Vázquez, médico oncólogo que inició la batalla contra el tabaquismo desde su primer gobierno (2005-2010).
Los abogados que representan a Uruguay y a la empresa Philip Morris presentaron en Washington los alegatos finales en el pleito que los enfrenta desde 2010.
La sentencia del tribunal será decisiva para reforzar o debilitar la aplicación del Convenio Marco para el Control del Tabaco (CMCT), adoptado en 2003 por la Asamblea Mundial de la Salud, el primer tratado internacional negociado bajo los auspicios de la Organización Mundial de la Salud y ratificado por 179 países, uno de los tratados más ampliamente adoptados en la historia de las Naciones Unidas.
“Hubo dos semanas de presentación de los argumentos de las partes. Estamos muy confiados en lo que ha hecho Uruguay con base en la evidencia científica, para proteger la salud y la vida de la población”, dijo a Sputnik Nóvosti Eduardo Bianco, director en Latinoamérica de la Alianza del Convenio Marco.
“Somos optimistas, no solo porque nos asiste la razón, sino porque los profesionales que nos han defendido son muy buenos. Uruguay ha recibido el apoyo, como 'amicus curiae', de la OMS, la Organización Panamericana de la Salud (OPS), y de la Secretaría del Convenio Marco. También hay un grupo de países como Australia, Noruega, Canadá, que están muy interesados”, agregó.
“La resolución va a tener gran impacto mundial, porque es la primera vez que una multinacional tabacalera demanda a un país por la aplicacion del Convenio Marco. Si Uruguay gana, otros paises van a seguir adelante con la medida”, agregó.
El ejemplo de Uruguay ha sido clave para que el Acuerdo Transpaciífico (TPP) recientemente firmado por Estados Unidos y otros 11 países del área del Pacífico, haya incluido una disposición que protege el derecho de las naciones a adoptar medidas de salud para reducir el consumo de tabaco y evitar que las tabacaleras puedan utilizar el tratado para oponerse a esas medidas.
“Esta disposición es un paso fundamental para poner fin al creciente uso abusivo de acuerdos comerciales por parte de la industria del tabaco para desafiar las medidas de control del tabaco en todo el mundo, al tiempo que establece un fuerte precedente para otros acuerdos comerciales y respalda los esfuerzos para combatir la epidemia mundial de tabaquismo que mata más de 6 millones de personas cada año”, señala en un comunicado el Centro de Investigación para la Epidemia de Tabaquismo del Uruguay (CIET).