En una carta remitida al primer ministro, David Cameron, el ex alto funcionario y miembro del Consejo Privado señala que aún se ha de someter el texto de la llamada investigación Chilcot al escrutinio de oficiales de la Seguridad Nacional.
En esta supuesta última revisión, que se ejecutará en absoluta confidencialidad, se asegurará que el contenido del informe respeta el artículo 2 de la Convención Europea en Derechos Humanos sobre derecho a la vida del ciudadano.
Los oficiales comprobarán además que ninguna de las más de dos millones de palabras del documento pueda poner en peligro la seguridad nacional de Reino Unido.
El calendario adelantado este viernes por Chilcot prevé tener el texto completo en la semana del 18 de abril con vistas a una posible publicación del mismo en junio o julio de 2016.
“Mis colegas y yo seguimos comprometidos a producir un informe que responda a los amplios términos de referencia y refleje el considerable plazo de tiempo y esfuerzo dedicados por todos”, señala Chilcot en su misiva al jefe del gobierno conservador británico.
Desde entonces, el panel de la comisión Chilcot ha tomado declaración, oral y por escrito, de militares, funcionarios y miembros del gobierno antes y después del ataque sobre Bagdad, en 2003.
El entonces jefe del gobierno de Londres, el también laborista Tony Blair, destaca entre los protagonistas de la polémica operación para derrocar a Sadam Hussein que con toda probabilidad serán criticados en el informe.
La demora en la publicación del documento se debía hasta la fecha a la oportunidad que Chilcot dio a todos los censurados en su investigación a rebatir las pruebas y testimonios incluidos en el extenso dossier.