El misil señuelo que fue lanzado desde el buque antisubmarino Brest imitaba el ataque de un misil de crucero.
"El blanco aéreo oportunamente fue detectado, clasificado y abatido por el sistema de misiles Osá-MA, un complejo eficaz de defensa del buque con 15 kilómetros de alcance y capaz de destruir blancos que vuelan a baja altura y hasta 4.000 metros sobre el nivel del mar", precisó Serga.
En los últimos años Rusia ha tomado una serie de medidas para defender sus intereses en la zona ártica que acapara cada vez más la atención de los países de la OTAN.
En abril de 2014, el presidente Vladímir Putin anunció el despliegue de una red de bases para la Armada del país y el emplazamiento de submarinos y buques de última generación.