Primero una de las vértebras se alargó en la zona cercana a la cabeza, mientras varios millones de años más tarde otra especie de jirafas comenzó a sufrir otro alargamiento de sus vértebras, esta vez hacia la cola.
Los científicos investigaron en total 71 huesos de nueve esqueletos, así como dos especies actuales de la familia de las jirafas.
Se estableció que las jirafas más antiguas, cuyos restos se conservan en museos de Europa y África, ya tenían el cuello ligeramente alargado, incluso antes de llegar a formar una familia.
Las jirafas modernas, que aparecieron más o menos hace un millón de años, conservan el segundo "alargamiento" en dirección a la cola, su tercera vértebra supera nueve veces su ancho.
Por otra parte, el cuello de los okapi, parientes cercanos de las jirafas, padeció un encogimiento que los convirtió en los únicos representantes de la familia con un cuello de longitud normal, según destacan los autores del artículo.