La próxima visita del presidente ruso a Tokio podría percibirse en EEUU como un retroceso respecto de la visión común hacia Rusia. Mientras, en Japón creen que la visita de Putin aceleraría las negociaciones sobre la firma del acuerdo de paz.
Kishida destacó que está dispuesto a hacer esfuerzos y seguir negociando para que la visita de Putin tenga lugar y considera imprescindible avanzar en el problema de los "territorios septentrionales", como en Japón denominan las cuatro islas del archipiélago de las Kuriles.
"Hemos coincidido con los socios rusos que es necesario encontrar una solución que satisfaga ambas partes. Seguiremos nuestras negociaciones y empeñaremos los esfuerzos para que la visita de Putin a Japón se realice", indicó.
Rusia y Japón técnicamente continúan en guerra desde 1945, ya que ambos países nunca firmaron un tratado de paz.
Tokio condiciona su firma a la devolución de las cuatro islas del archipiélago de las Kuriles (Iturup, Kunashir, Shikotan y Habomai) alegando el Tratado Bilateral de Comercio y Fronteras que firmó con Rusia en 1855.
Moscú, a su vez, señala que esos territorios fueron traspasados a la Unión Soviética tras la Segunda Guerra Mundial en virtud de los acuerdos internacionales y que Rusia asumió la soberanía de dichos territorios como sucesora legal de la URSS.