El desastre natural afectó a 200.000 personas, destruyó cerca de 20.000 casas residenciales e impactó a 212.000 hectáreas de tierras agrícolas.
Las autoridades de Birmania, las Fuerzas Armadas y la Cruz Roja toman todas las medidas necesarias para paliar los efectos de las inundaciones.
Los organismos reparten agua, productos alimenticios y artículos de primera necesidad entre las personas afectadas por el cataclismo.
Las inundaciones en Birmania son frecuentes en el periodo de lluvias monzónicas, que empezó a finales de mayo y se prevé que dure hasta mediados de octubre.
