La declaración es una respuesta al secretario de Gobernación (Interior), Ángel Osorio, quien dijo que, por respeto a los derechos humanos, la vigilancia sobre el mayor capo del narcotráfico en el hemisferio norte tenía "puntos ciegos", en la ducha y en el retrete de la celda, los cuales aprovechó para escapar.
"No estamos de acuerdo con las expresiones del secretario de Gobernación, no hay una dicotomía entre el respeto a los derechos humanos y la seguridad, como dice una versión que durante mucho tiempo se ha extendido de parte de las autoridades", dijo el responsable del capítulo México del organismo.
Quiroz señaló que "un buen respeto a los derechos humanos puede garantizar la seguridad, al contrario de una política de mano dura".
La fuga el fin de semana pasado del enemigo público número de México por segunda vez tras su arresto en febrero de 2014 (se había fugado en 2001 oculto en un carro de ropa sucia, tras 8 años en prisión) "tiene que ver más con la impunidad y la corrupción en los mecanismos de Procuración de Justicia", sostiene el director de AI.
El problema de la Justicia en México radica en que "los responsables de Procuración de Justicia no hacen bien su trabajo, no investigan en forma concienzuda ni son capaces de presentar casos sólidos ante los jueces", dijo el responsable de AI.
Sin embargo, la solución a la crisis moral y de las instituciones en México "es de mediano y largo plazo; no somos idealistas, sabemos que va tardar mucho tiempo consolidar una cultura política de legalidad, mientras no exista una plena disposición política por hacer del respeto pleno los derechos humanos una realidad".
Las recientes declaraciones del secretario de Gobernación "pueden causar confusión respecto a que los derechos humanos son un factor clave en la fuga de criminales, desconociendo que la evasión de la justicia se debe a la corrupción endémica del sistema de seguridad", puntualiza Amnistía.
"Justificaciones como ésta han construido durante años el discurso de una política de seguridad que opta por el endurecimiento de marcos legales sobre el respeto a los derechos humanos", afirmó en la misiva Chasel Colorado, Coordinadora de Incidencia en Políticas Públicas de AI México.
El fracaso y la corrupción de la Procuración de Justicia "es un legado que hemos ido acumulando a través de los años y que hoy en día se refleja en sistemas de justicia debilitados, sin capacidad de proteger a los ciudadanos y ciudadanas", lamenta el organismo creado en los años 60 para defender presos de conciencia.
Tras la ola de reacciones de organismos de derechos humanos, el responsable de la política interna de México ha respondido que "el respeto a los derechos humanos de ninguna manera fue la causa de la evasión del delincuente en el penal federal del Altiplano", al tiempo que apuntó hacia las complicidades de autoridades penitenciarias.