Este dolor "lo estamos viendo en Grecia, pero también en España, Portugal e Italia" porque sin una integración política a nivel de Estado como ocurre en Estados Unidos, "la unión monetaria acostumbra a fracasar" y acaba siendo "incompatible con la democracia, con la soberanía con los derechos sociales, culturales, económicos, y, al final, hasta con los derechos humanos".
Para el economista, las instituciones europeas y especialmente alemanas han querido "castigar al Ejecutivo de Alexis Tsipras y hundirlo" y el plan de rescate acordado en Bruselas "es la manera de desalojarlo del poder".
"Tsipras no ha querido enfrentarse al 'Grexit', que veía inviable, o no lo estimaba conveniente desde su punto de vista político e ideológico", dice.
Esta opción le ha obligado a "aceptar medidas peores que las del anterior Gobierno de la derecha de Nueva Democracia", opina el experto, que también es miembro de la Plataforma Auditoría Ciudadana de la Deuda (PACD) y del Observatorio de la Deuda en la Globalización (ODG).
Cutillas estima a esta agencia que la estrategia seguida por la formación progresista Syriza frente a las instituciones europeas "fue errónea" porque no fueron conscientes "de que había que plantear la alternativa de la salida del euro".
"Si su intención era seguir en el euro" hubieran tenido que llevar preparada también la manera de organizar una salida de la eurozona por si se acaba imponiendo.
Pero "no concibieron esa posibilidad, no tenían ningún plan y permitieron que el Banco Central Europeo les cerrara el sistema bancario que provocó fugas de dinero durante cuatro o cinco meses" y, al final, "con el país al borde del colapso y una ruina total han cedido y aceptado lo que les han puesto encima de la mesa", señala el especialista.
Para Cutillas, la estrategia errónea de Tsipras "les ha llevado al fracaso", una afirmación compatible con que Alemania "ha reafirmado su poder y ha dado un aviso para navegantes" que quieran desviarse de la línea de la austeridad.
"El tema de la estrategia de Syriza es independiente a lo que plantee el otro lado negociador porque la estrategia depende de uno mismo y es en ese sentido es en el que creo que Tsipras se ha equivocado, se ha dejado convencer", opina el economista.