De ese monto, unos 1.200 millones de pesos se gastaron en campañas federales (75 millones de dólares) y 800 millones (50 millones de dólares) en contiendas para renovar nueve estados y poco más de un millar de alcaldías.
En las elecciones presidenciales vota alrededor del 60 por ciento y en las de medio mandato presidencial un 45 por ciento en los últimas dos décadas, pero este año podría bajar al 40 por ciento por el desencanto, los brotes de violencia delincuencial y acciones de boicot a los comicios, de acuerdo con analistas consultados por Sputnik Nóvosti.
En 15 años, el financiamiento total a la autoridad electoral (del cual casi la tercera parte es para los partidos) subió de unos 8.500 millones de pesos en el año 2000 a unos 18.500 en 2015, más de doble.
Los partidos obtienen el resto de sus fondos de autoridades estatales y locales hasta sumar 9.300 millones de pesos. De ese total, unos 3.900 millones de pesos (casi 240 millones de dólares) se destinan a gastos de las maquinarias partidistas.
El total de la población mexicana es de casi 120 millones de habitantes —unos 85 millones están convocados a votar—, de los cuales alrededor de 50 por ciento vive en la pobreza.