Al aprobar la semana pasada la Ley General de Transparencia, "los legisladores pidieron máxima transparencia; pero no quisieron detallar exactamente las obligaciones de transparencia", para empresas que por la reforma energética se han convertido en empresas productivas del Estado, como Pemex y la Comisión Federal de Electricidad (CFE), explicó la responsable de Rendición de Cuentas de la organización independiente Fundar.
"Justamente, esas nuevas empresas productivas del Estado (que por primera vez en 75 años compiten con inversores en el sector energético) ahora deben transparentar sus operaciones con mecanismos de consulta pública, pero aún faltan los detalles de esos procedimientos", advirtió la investigadora graduada en Historia y Comunicación por las universidades de La Sorbona y Estrasburgo de Francia.
Pemex y la CFE deberán cumplir con lo establecido en términos generales por el Artículo 83 de la nueva Ley General de Transparencia, que pronto será promulgada por el presidente Enrique Peña Nieto, tras la aprobación en el Congreso bicameral mexicano.
Esa ley también obliga a mecanismos de transparencia a los sindicatos, los partidos, fideicomisos con dineros públicos, que se ocultaban por el secreto bancario, y a personas físicas y morales que reciben dinero público y ejercen actos de autoridad, pero los detalles de las empresas productivas estatales del sector energético quedaron a la espera de la reglamentación federal, recordó Dupuy.
Por ejemplo, la CFE deberá rendir cuentas por las actividades de planeación y control del sistema eléctrico nacional; del servicio público de transmisión y distribución de energía eléctrica, por ejemplo.
Y a su turno, Pemex deberá hacer transparente las actividades de exploración y extracción de hidrocarburos, a través de mecanismos que garanticen su difusión y la consulta pública.