"Es una historia sin precedentes en Ucrania, anteriormente los oligarcas y gobernadores nunca se enfrentaban abiertamente al presidente, solo tácitamente", dijo el director del Centro Ucraniano de Estudios Políticos Aplicados Penta, Vladímir Fesenko, citado por el periódico ruso Kommersant.
El conflicto –agrega– se congeló pero puede retomarse en cualquier momento.
"(El presidente de Ucrania, Petró) Poroshenko ganó tácticamente al imponer una amonestación a Kolomoiski, pero no le retirará por ser demasiado arriesgada esta medida", indicó.
A su vez el jefe de del Centro Kievita de Estudios Políticos y Conflictología, Mijaíl Pogrebinski, califica a Kolomoiski como el ganador.
"Poroshenko tomo una medida demasiado suave", dijo al indicar que el oligarca usará en el conflicto sus capitales así como a los diputados y los batallones voluntarios, controlados por Kolomoiski.
Los hechos ocurrieron la noche del jueves cuando Kolomoiski acudió a la sede de Ukrtransnafta, operadora de la red ucraniana de gasoductos y oleoductos, para mostrar su desacuerdo con la destitución del presidente de esta compañía, Alexandr Lazorko, un hombre considerado próximo al oligarca.
Kolomoiski –quien, según algunos testimonios, iba acompañado de hombres armados con fusiles de asalto– tildó el despido de Lazorko de un intento de traspaso ilegal del que acusó a un diputado del Bloque de Poroshenko.
Al abandonar la oficina de Ukrtransnafta, el multimillonario profirió insultos contra uno de los periodistas que lo esperaban a la salida.
Kolomoiski es uno de los empresarios ucranianos que han multiplicado su fortuna tras el cambio de Gobierno en febrero de 2014.