Aclaró que ahora "estamos formando un nuevo programa de armamentos que incorpora el uso de armas inteligentes y cada instalación moderna tiene su apoyo informático", por lo que podría ser objetivo del espionaje industrial.
El político distinguió tres tipos de amenazas actuales: los países adversarios más fuertes, los que son iguales y un tercer tipo más débil en el que se engloban las organizaciones terroristas.
"Hay un número muy alto de intelectuales que son terroristas" y "pueden volverse contra nuestro país", destacó.
El vice primer ministro ruso añadió que en la actualidad "la destrucción virtual de los mayores centros industriales podría conllevar consecuencias equiparables a las que se consiguen con el uso de las armas de destrucción masiva".