Según publica hoy el diario El Mundo, la Fiscalía abrió diligencias en noviembre pasado al llegarles un escrito del Ministerio de Economía alertando de "la posibilidad de que la Generalitat tuviera en marcha un programa de acuñación masiva de euros falsos de conmemoración del Tricentenario de la Diada", en referencia a la festividad que conmemora la derrota de Cataluña en 1714 frente a las tropas borbónicas.
En un escrito, el Gobierno regional explicó que solo pagó menos de 2.000 euros al gremio de la Filatelia y Numismática para que hiciera unas monedas de prueba, pero que no hizo nuevos encargos.
"Eres más falso que un euro catalán" Esta frase, sin Artur Mas, nunca hubiese sido posible. http://t.co/p78fEWDV3b pic.twitter.com/gXRvKnSPmd
— elísabethjiménezcara (@ejimenezcara) 5 февраля 2015
El Código Penal castiga duramente la falsificación de moneda. El artículo 386 establece que "será castigado con la pena de prisión de ocho a 12 años y multa del tanto al décuplo del valor aparente de la moneda: 1.º El que altere la moneda o fabrique moneda falsa. 2.º El que introduzca en el país o exporte moneda falsa o alterada. 3.º El que transporte, expenda o distribuya, en connivencia con el falsificador, alterador, introductor o exportador, moneda falsa o alterada".
Las monedas, exactamente con los mismos valores del euro –un euro, dos euros, 10, 20, 50 y hasta con los céntimos, se produjeron en China y llegaron a Cataluña en agosto pasado.
Según El Mundo, en seis de siete comercios consultados estos euros habían pasado como buenos, a pesar de que decían claramente que no eran de curso legal.
La moneda legal y la falsificada aparentan la misma forma, aunque una visión más detallada permite ver las diferencias, como el grosor más ancho de las falsificadas.