Esta una de las conclusiones desveladas en un estudio publicado esta semana por el Instituto por el Diálogo Estratégico, con sede en Londres.
'Becoming Mulan? Female Western Migrants' dibuja un prototipo del perfil de las yihadistas que se han unido al Estado Islámico (EI) tras abandonar sus hogares en Europa occidental y América del Norte.
El informe documenta la ideología y misión real, las aspiraciones y actividades cotidianas de estas emigrantes a partir de mensajes y comunicaciones volcados en las redes sociales.
Los tres autores de la investigación –Carolyn Hoyle, Alexandra Bradford y Ross Frenett– también proyectan luz sobre la amenaza que las estimadas 550 extranjeras del EI presentan para Occidente y sugieren vías en apoyo de su rehabilitación y reintegración en sus comunidades de origen.
Becoming Mulan? report on female migrants to ISIS pic.twitter.com/YQtRZrFroL vía @Institute4SD
— Cobb (@Cobb314) enero 27, 2015
"Alá hizo al hombre para aguantar la yihad con fortaleza y a la mujer para engendrar hijos. Lo mejor para una mujer es ser una esposa recta y criar hijos rectos", escribe una joven en tuits recogidos en 'Becoming Mulan?', título que hace referencia al deseo expresado por otra islamista por "entrar en el campo de batalla" emulando al personaje de Disney.
De acuerdo con el trío de especialistas en conflictos armados y terrorismo y radicalismo, "las normas del EI estimulan que las mujeres no pueden participar en la lucha". A su vez, ellas aceptan sin replicar esta y otras restricciones y asumen que su puesto está en la cocina.
Las extranjeras no van al frente pero, según el informe, descargan su ira incitando a sus compañeros a matar más "infieles" en Irak o Siria. Además, se sirven de las redes sociales para fomentar acciones violentas en Occidente entre los aspirantes islamistas que no pueden o no tienen suficiente valor para viajar al proclamado califato fundamentalista.