"Causa perplejidad el hecho de que en Moscú, donde radican todos los organismos de control y vigilancia exista una red organizada de suministro ilegal", cita el diario las palabras de Donskói.
El diario informó que en los establecimientos Shonja Y Ana-Lisa del mercado Sadovod (Jardinero) los agentes de la policía descubrieron cabezas, pieles y trozos de carne de dos depredadores, según datos previos se trata de un tigre de Amur y un leopardo, destacó el diario.
Las dos especies se encuentran en extinción y están incluidas en el Libro Rojo, pero su carne es muy preciada en la cocina oriental, además de ser utilizada con fines medicinales.
La publicación revela que casos semejantes resultan frecuentes en el territorio de Rusia fronterizo a China, pero para las autoridades ha resultado una verdadera revelación que en Moscú haya tantos amantes de carne exótica.
La policía rusa ha abierto un expediente para investigar el caso y espera poder descubrir toda la red de tráfico de animales salvajes incluyendo a los cazadores furtivos.