"Lo más importante es que nuestras compañías, pese a la caída de los precios del crudo, mantengan sus planes de inversión", dijo en declaraciones al rotativo ruso Rossiyskaya Gazeta.
El ministro explicó que Rusia seguirá explorando la plataforma del Ártico, lo que requerirá mucho tiempo y financiación, pues se trata de uno de los mayores recursos estratégicos del país.
Novak además estimó que el coste promedio de petróleo subirá este año hasta 80-90 dólares por barril algo que "será bueno" en sus palabras.
La prospección petrolera del Ártico se obstaculiza no solo por la bajada de los precios de crudo, pero también por las sanciones de EEUU y la Unión Europea introducidas contra Rusia a raíz de la crisis en Ucrania.
A partir del 1 de agosto pasado Washington y Bruselas prohibieron suministrar al país euroasiático maquinaria para la perforación de pozos profundos y la extracción del crudo en el Ártico y del petróleo de esquisto en todo el territorio ruso.
En septiembre, recrudecieron estas restricciones vetando prestar servicios para tales proyectos.
De momento, ninguna de las petroleras que operan en la zona ártica ha abandonado sus proyectos, dijo ayer el ministro de Recursos Naturales y Ecología de Rusia, Serguéi Donskói.