Ribeiro, de tan sólo 18 años, fue detenido el pasado 15 de diciembre en Bulgaria junto a dos ciudadanos marroquíes mientras intentaba llegar a Grecia y posteriormente a Turquía donde recibirían apoyo logístico para su destino en Siria, país en el que se unirían a la milicia del Estado Islámico.
Según la sentencia del tribunal búlgaro del distrito de Haskovo, Ribeiro será extraditado en el plazo máximo de 10 días a España, donde residía junto a su familia en la localidad de Terrassa, a escasos kilómetros de Barcelona en la región de Cataluña.
En un reportaje publicado por el diario brasileño Folha de Sao Paulo en diciembre, se describía a Ribeiro como un chico alto y tímido que frecuentaba la mezquita "Badr" en Terrassa.
El centro religioso despierta desde hace años la antipatía de los vecinos de la localidad, sede de una de las mayores comunidades musulmanas de España y conocida por el radicalismo y el mensaje misógino de su antiguo imán, Abdeslam.
Durante la celebración de la audiencia en Bulgaria, el compañero de Ribeiro, el marroquí El-Gharbi, recitó versículos del Corán en voz alta mientras que el brasileño reclamó del frío sufrido en su celda y expresó su deseo de ser extraditado a España.