“Me preocupa la implantación del EI en el norte de África, muy especialmente en Libia, donde la bandera negra ya ondea en algunas ciudades”, señaló el canciller español en una entrevista con el diario El País.
“El riesgo de contagio por todo el norte de África es muy serio, una auténtica amenaza para nuestra seguridad nacional. Creo que el enfoque del enviado de la ONU, Bernardino León, de que no existe una solución militar sino política al conflicto, y que ésta solo puede llegar a través del diálogo entre los dos parlamentos, es la adecuada”, aseguró el ministro.
“Las partes están convocadas a una reunión el día 5 de enero. Si las conversaciones son exitosas, nuestra aspiración es convocar una cumbre en Madrid”, destacó el responsable de la diplomacia española, que insistió en que “hay que facilitar un final del conflicto bélico pues su prolongación propicia la implantación de los extremistas”.