La semana pasada Corea del Norte realizó el lanzamiento del satélite 'Kwamyongsong-3'. A diferencia de los primeros tres intentos (emprendidos en pasado abril, en 2009 y en 1998, respectivamente), éste último fue exitoso.
El Mando Norteamericano de Defensa Aeroespacial (NORAD por sus siglas en inglés), que es el sistema unido de EEUU y Canadá encargado del control del espacio espacial, ya ha confirmado su puesta en órbita. De esta manera el país asiático ha engrosado las filas de las potencias espaciales. ¿Cuáles podrían ser las consecuencias de este acontecimiento para el mundo?
De acuerdo con los datos del NORAD, el cohete fue lanzado en dirección al sur. Además, se informa que “de acuerdo con la información preliminar, todo parece indicar que el cohete ha colocado en órbita un dispositivo”. Sin lugar a dudas es una confirmación inequívoca.
La reacción de la comunidad internacional al lanzamiento del cohete por Corea del Norte fue bastante brusca, dado que Pyongyang tiene por costumbre pasar por alto las resoluciones de la ONU, aprobadas en 2006 y 2009 por el Consejo de Seguridad de la ONU. Su objetivo era prohibir no sólo la creación armas nucleares, sino también de los potenciales vectores transportadores. Y el lanzamiento de 'Kwamyongsong-3' no es sino violación de las mencionadas resoluciones.
Corea del Norte, por su parte, no se muestra muy preocupada por el descontento expresado ya por la ONU, China, Rusia y Estados Unidos. ¿Qué es lo que opinan al respecto los propios norcoreanos? Difícil saberlo, pero los rumores no dejan de resultar curiosos. Así, de acuerdo con los datos oficiales hechos públicos por los medios de comunicación del país, los lanzamientos de 1998 y 2009 fueron reconocidos exitosos, aunque nadie discute el fracaso del penúltimo intento. De modo que Pyongyang, desde el punto de vista de la propaganda interna, no ha lanzado el primero, sino el tercer satélite.
¿Qué significaría desde el punto de vista militar? Que Corea del Norte una vez más ha demostrado al mundo su capacidad de crear vectores de transporte de largo alcance. Potencialmente un país que ha creado un cohete capaz de colocar dispositivos en órbita domina la tecnología de los misiles intercontinentales o está a pocos pasos de ello. De esta forma Pyongyang ha vuelto a elevar sus apuestas en el juego con la comunidad internacional. Además, le dejó más que claro a Washington que su posición a través del Pacífico ya no es ninguna garantía de seguridad. Japón y Corea del Sur llevan tiempo viviendo bajo el punto de mira de los misiles norcoreanos.
¿Qué significaría el lanzamiento en cuestión para la región? En primer lugar, una sonora bofetada a Seúl, que ha sufrido varios fracasos con el lanzamiento de su portador KSLV-1. Pyongyang de este modo ganó la primera ronda de la carrera espacial en la península.
¿Cómo ha conseguido Corea del Norte los cohetes? La serie de portadores, denominada Vía Láctea, o Unha, es la “versión civil” del misil de combate denominado Taepodong-2. Su procedencia no queda del todo clara: podría ser una modificación del misil táctico soviético R-17 o del chino Gran Marcha 2F-T1. En realidad, carece de sentido buscar huellas concretas, porque los ingenieros norcoreanos sacan al máximo provecho de cuanta tecnología acaba en sus manos.
LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDE NECESARIAMENTE CON LA DE RIA NOVOSTI
