La oleada de violencia contra cristianos en Nigeria se cobró nuevamente decenas de víctimas el pasado viernes, según la prensa internacional.
Al menos ocho personas murieron anoche en la ciudad de Yola, en el noreste de Nigeria, cuando desconocidos abrieron fuego contra los feligreses congregados para la misa en una iglesia cristiana. Una fuente médica citada por AFP dijo que “al depósito llegaron unos ocho o diez cuerpos después del ataque”.
En la misma ciudad fue atacada ayer una casa en que cristianos velaban a víctimas anteriores de la violencia religiosa. Como resultado murieron 17 asistentes al velatorio.
Entretanto, la secta islamista Boco Haram se responsabilizó ayer de los ataques que costaron la vida a 26 cristianos en la ciudad de Mubi y en el estado de Gombe.
Boko Haram exige erradicar en Nigeria la enseñanza laica e introducir la ley sharia en todo el territorio nacional. El grupo tiene en su historial decenas de ataques terroristas, entre ellos, varios atentados durante las fiestas navideñas de 2010 y 2011. El pasado año, sus extremistas mataron a más de 465 personas, según la prensa internacional. El presidente nigeriano, Goodluck Jonathan, introdujo un estado de excepción en varias zonas del país a raíz de las explosiones perpetradas por Boko Haram.
