Las negociaciones sostenidas en Moscú por el secretario de Defensa, Robert Gates, igual que todos los debates en torno a la DAM, dejaron una impresión bastante extraña. Posiblemente, ambas partes tratan de resolver problemas internos por excelencia.
La amenaza para Rusia por parte de los elementos de defensa antimisiles instalados en Polonia y la República Checa será meramente virtual. Lo mismo puede decirse respecto a la amenaza que para EEUU representan misiles balísticos intercontinentales iraníes que nunca llegarán a ser una realidad. ¿Para qué EEUU necesita este sistema inútil? ¿Por qué Rusia reacciona con tanto nerviosismo?
El Kremlin y la Casa Blanca están perfectamente informados respecto a las intenciones de cada cual. En realidad, Washington intimida a Moscú con la DAM y Moscú a Washington, con contramedidas adecuadas, para dar solución a problemas absolutamente distintos.
El Pentágono y la industria norteamericana de Guerra desean siempre tener un presupuesto tan alto como ahora y abultado como ahora. Por lo tanto, se necesitan grandiosos proyectos que, entre otras cosas, les mostrarán a los contribuyentes la solicitud por su seguridad.
Para consolidar el régimen, a los dirigentes rusos les viene muy al caso una atmósfera de fortaleza sitiada. En este sentido, la DAM norteamericana es el mejor regalo. No costará trabajo persuadir a un ciudadano de a pie de que bases militares norteamericanas están rodeando Rusia. El pancista no tiene la mínima idea de las fuerzas nucleares estratégicas ni de su propio país ni de las de EEUU y la OTAN ni tampoco de las características técnicas de la DAM norteamericana.
Últimamente, las partes golpean enérgicamente la una a la otra contra los puntos más sensibles. Pero tarde o temprano deberán hacer concesiones recíprocas, para lo que necesitan un pretexto. La quimérica DAM sirve perfectamente para esta finalidad. Justamente de estas concesiones recíprocas habló en Moscú el jefe del Pentágono. Sólo por indicios indirectos podremos conocer los resultados, pues, desde luego, no guardarán relación alguna con la DAM, sostiene Alexandr Jramchijin, responsable del sector analítico en el Instituto de Análisis Político y Militar.
